miércoles, 12 de abril de 2017

Y dicen de nosotros..., y nos emocionan.

Ese sábado día 8, “Grupo mil9”, “Me llamo barro”, Miguel Hernández, acompañando a Miguel y con Miguel.
Preciosa tarde noche, un piso austero. Me sentía alfarero sentado al torno cogiendo arcilla poco a poco para hacer un cántaro que fui llenando de sentimientos profundos, de emociones inmensas, de sueños intensos, tan intensos.
Con cada puñado de barro una canción, un poema, más poemas, representación teatral, más poemas, más canciones. Flotaba, fascinado deseaba que no se acabara nunca. Conocía a Miguel, pero esta experiencia de compartirlo no la tenía, yo lobo solitario he salido muy poco, debí salir más, ahora lo sé, mucho más. Me encantó.
Piensa uno como se puede hacer con tan poco tanto, tanto, tanto. También, ¿qué hacen los ayuntamientos que no potencian estas cosas? Vagancia, desconocimiento, apatía, incultura,... ¡Si está ahí!, ¿por qué no lo cogéis?, hay tanto ahí que no se coge... y los ciudadanos queremos.
Acabó “mil9” y salieron personas del público, más poemas, poema-relato. Salió Sol que me invitó al acto, leyó de Tomás Toral, de Valderas, el maestro de Villaornate paseado en Villadangos en 1936. Empezó con su título: “El maestro que da sus zapatos nuevos”. Terminó con: “Y yo quería contar ésta, que pertenece al legado-semilla de historias de un país que un día soñó primavera”.
Al sentarse otra vez me decía, es que es nuestro. Claro que es nuestro, le dije. Tomás está y estará siempre.
Al final hablamos con Isa, es la única que conocía de “mil9”, la conocí en Ponferrada “El día del desaparecido” del año pasado. Me encantó su voz, sus canciones, me encantan sus arreglos,...
Salimos, noche fenomenal de temperatura, bla bla en terraza sentados Sol, Mila, su hermana, y Miguel, su marido, la mayoría de las fotos son suyas. Prieto Picudo “Jubileo”, buen vino.
Bajamos por la calle Ancha, allí, al final, la“ Casa Botines”, admiramos el edificio iluminado, no sé por qué me encantan sus esquinas, son preciosas.
Nos despedimos. Quedamos en vernos, me imagino que este sábado en el cementerio de Astorga y el 1 de mayo en Valderas donde Sol presenta un nuevo y fenomenal libro.
Ya sé que soy recurrente con este tema de la autopista León-Astorga, la cogí, vacía, siempre vacía, no lo entienden, no entienden que cobrando no irá la gente, que es abusivo. Me cobraron 2€, eran las 00.05, parece razonable, más razonable que los casi 5€ que cobran de día, pero lo más razonable sería que no cobraran nada.
La vida son momentos, el de este día inolvidable. Esperemos que la luz algún día se asome por Astorga y podamos gozar con estas fantásticas cosas que se nos cierran como si hubiera fronteras. Para Isa y su grupo felicidades. Que voy a decir, los aplausos muy sentidos y extensos lo dicen todo.

Miguel García Bañales


En el acto "Me llamo barro" que protagonizó el grupo Mil9 en torno a Miguel Hernández el sábado 8 en el Ateneo Varillas de León yo también sentí como él expresa. Y me permitió conocer un poco más el universo Miguel Hernández. Y admirarle más. Sí, también sentí que ese acto era un poco nuestro, que nos atañia, que nos vinculaba, que hacía contacto con nosotros. Isa es luz y el grupo Mil9 es luz. Al salir Miguel se preguntaba "cómo un acto así no lo promocionan los Ayuntamientos" y también que lo iba a contar. Contar para que se conozcan este tipo de iniciativas y para que la luz salga del subsuelo donde fue sepultada e ilumine muchos sitios.

Sol Gómez

No hay comentarios:

Publicar un comentario